Este blog es parte complementaria al Proyecto Fin de Master de Consultoría y Gestión de Procesos de Desarrollo Organizativo del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid (E.U.de Empresariales) y parte de la creencia que el Desarrollo Organizacional aporta modelos útiles para que los propietarios, en el marco de una comunidad de bienes compartidos y privativos, desarrollen un proyecto común colaborativo bajo la presión de un entorno cambiante.

martes, 13 de agosto de 2013

Historia de las comunidades de vecinos.




Desde el punto de vista relacionado con la sociología de lo urbano, quizá el ejemplo paradigmático es la diferenciación que realiza el sociólogo Tönnies en 1887, entre gemeinschaft y gesellschaft[1]. Con estos dos conceptos alemanes el sociólogo se refería a dos formas de vida social, que son las que aparecen en las formas de interacción comunitaria que tratamos. En la gemeinschaft, es el interés común el que prima y guía las acciones de los miembros: está orientada hacia la cooperación. Sin embargo en la gesellschaft, el interés individual consigue supeditar cualquier tipo de interés global o comunitario. Aquí la cooperación ya no es la base, sino un instrumento, al mismo nivel que lo es el conflicto. Por descontado queda que la segunda forma social no incentiva la existencia de “sistemas de vecinos” como lo hace el primero.


Otro sociólogo, Georg Simmel[2], puso las bases teóricas del individualismo del ser humano en la ciudad, diferenciado del comunitarismo condicionado por la moral y la norma más propia del entorno rural[3]. El contexto de la Revolución Industrial es donde se produjo la mayor explosión urbana pero, como hemos señalado, no es hasta los años cincuenta cuando surge la copropiedad. El caso, es que desde un punto de vista estrictamente urbanístico, durante esta época se consolidó una nueva forma de vecindad, basada en una densidad de población considerablemente más alta, es decir: en las fincas. La consolidación del éxodo rural acentuó este proceso, que hizo que el sistema de vecinos ya no se circunscribiese en un núcleo urbano, sino que existieran varios dentro de una ciudad, véase comunidades de propietarios o fincas urbanas. La primera etapa masiva de personas viviendo en  copropiedad se produce con personas que proviene de entornos rurales y con variables sociales y arquitectónicas que facilitaron la convivencia; presencia de la mujer en el hogar, comercio de proximidad, colegios con horario partido, estructura familiar extensa, ausencia de garajes, desarrollo incipiente de ascensores ...

Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX el formato de ciudad de meda/alta densidad ha pasado a ser el que aglutina el mayor consumo de recursos del mundo. Y de hecho es ya, en el siglo XXI, el de mayor concentración de población. En este contexto han ido surgiendo soluciones organizativas con un grado mayor o menor de formalidad para la cooperación y la resolución de conflictos relacionados sobre todo con el ámbito de la vivienda. Las comunidades de vecinos[4] son el formato más conocido en todo Occidente.

Las fuerzas que alimentaban la capacidad de autoorganización se van debilitando y se anticipa necesario establecer estrategias para fortalecer este nuevo sistema social en la medida que puede necesitar estrategias más directas. Nuevas necesidades que son satisfechas tanto desde las políticas públicas y otras que vendrán de la iniciativa privada.

Debemos conocer los procesos explícitos e implícitos que regulan el funcionamiento y la convivencia de una comunidad de vecinos para orientas los servicios profesionales que les pueden ayudar.     

Un Saludo.


[1] Los conceptos de Gemeinschaft y Gesellschaft, elaborados por el sociólogo alemán Ferdinand Tönnies, se separan conceptualmente de forma estricta entre sí, como se desarrolla en su obra “Gemeinschaft und Gesellschaft” de 1887.
[2] Fue cofundador, junto a Max Weber y Ferdinand Tönnies, de la Sociedad Alemana de Sociología. Entre sus obras más destacadas: Diferenciación Social (1890).
[3] Para Simmel, las relaciones sociales entre los habitantes de las grandes ciudades son fragmentadas y
superficiales, pues “si uno respondiera positivamente a todas las innumerables personas con quien se tiene contacto en la ciudad -como sucede en las pequeñas localidades donde uno conoce a todos aquéllos a quienes se encuentra y en donde se tiene una relación positiva con todo el mundo- uno se vería atomizado internamente y sujeto a presiones psíquicas inimaginables”.
[4] Robert Park señala las características de una comunidad: 1) relación e interdependencia de seres en un habitat común; 2) una población organizada territorialmente, es decir, más o menos arraigada en el suelo que ocupa; 3) un conjunto de unidades individuales que viven en una relación de mutua  de interdependencia simbiótica. Existe unidad orgánica de la comunidad porque posee una estructura más o menos definida de acuerdo a las fases de vida de formación, crecimiento o deterioro.

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