Atendiendo a la Teoría de Sistemas podríamos
considerar las fincas de vecindad como sistemas abiertos, en contacto con el
exterior y en un intercambio activo y continuo con los ambientes que las rodean.
Algunos ejemplos; relaciones con servicios de mantenimiento, ajustes a
legislación, precios de viviendas, etc. Las comunidades como sistemas
organizativos abiertos presentan un mecanismo de “entrada - producción – salida”,
fronteras permeables, propósitos y metas, equifinalidad[1],
homeostasis[2] y
entropía negativa (en los casos más favorables).
Cuando el paradigma que se emplea para observar las
comunidades es uno basado en sistemas, se empieza por identificar las pautas de
comportamiento de cada uno de los vecinos y después se trata de comprender la
naturaleza de su interacción colectiva.
El pensamiento de los sistemas
abiertos es un requerimiento para la formación de organizaciones de aprendizaje,
según Peter Senge (Senge, Kleiner, & Roberts, 1999). Senge postula que
se deben dominar cinco disciplinas con el fin de crear este tipo de
organizaciones y que tengan una interacción y un desarrollo óptimo: destreza
personal, modelos mentales, creación de una visión compartida, disciplina y
pensamiento de sistemas.
Alguna de las consecuencias de
considerar las organizaciones desde esta perspectiva son:
1. Los problemas concretos que
acontecen en una vecindad no se consideran como fenómenos aislados, sino que se
consideran en relación con otros problemas, otros acontecimientos pasados y
otra fuerzas.
2. Se deben tener en cuenta para
cualquier tipo de análisis de un acontecimiento una multitud de causalidades.
3. No es posible cambiar una parte
del sistema (sea un vecino nuevo, una modificación de estructura, una
renovación de Junta Directiva…) sin influir en las demás partes de alguna
forma.
4. Según la teoría del Campo (Kurt
Lewin), las fuerzas del campo en el momento del acontecimiento son las fuerzas
pertinentes para el análisis.
5. Si alguien quiere cambiar un sistema
de convivencia, debe cambiarlo también en sus partes componentes. Para cambiar
un sistema comunitario debemos cambiar también los comportamientos y actitudes
de sus integrantes.
[1]
Equifinalidad: es una cualidad de la sistémica. Se entiende la propiedad de
conseguir por caminos diferentes, determinados objetivos, con independencia de
las condiciones del sistema. Aunque varíen las condiciones del sistema, los
objetivos deben ser igualmente logrados.
[2]
Homeostasis: es el rasgo de los sistemas autorregulados que consiste en la capacidad para mantener
ciertas variables en un estado estacionario, de equilibrio dinámico o dentro de
ciertos límites, cambiando parámetros de su estructura interna.
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